El jardín vertical de Javier Mariátegui

Para el pabellón de la CAI (Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón) en la Exposición Internacional de Zaragoza de 2008, recibimos el encargo de fabricar e instalar las diferentes estructuras metálicas que habían de sustentar el jardín vertical así como las bandejas y conducciones de acero inoxidable para las caídas y conducciones de agua que celebraban el lema de la exposición: «Agua y desarrollo sostenible». De nuestra colaboración con Viveros El Pinar, S.A. surgió una verdadera obra de arte en justo parangón con el tapiz que presidía aquel mágico espacio. La arquitectura efímera no implica en absoluto una menor exigencia técnica, antes al contrario, se trata de un  reto que ha de ser cumplido en tiempo y forma. Como el esqueleto y los músculos cumplen su discreta función, el cometido de los pilares, las vigas, las correas y las cruces de San Andrés que hacían posible el prodigio era quedar oculto a los visitantes, y que el jardín vertical concebido por Javier Mariátegui entablara su callado diálogo con el tapiz histórico, acunados ambos por el rumor del agua.